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Versión Cefálica Externa. ¿Qué es?

  • Foto del escritor: Dr. Carlos Piñel
    Dr. Carlos Piñel
  • 29 ene 2020
  • 5 Min. de lectura




INTRODUCCIÓN


               A lo largo del embarazo, en la consulta, se va haciendo seguimiento de varios parámetros importantes de la gestación, como las analíticas, la curva de glucosa, ecografías, el crecimiento del feto, la tensión arterial y el peso de la madre, etc. Todas estas medidas nos sirven a los obstetras para ir controlando el embarazo normal y descartar la aparición de problemas o enfermedades que puedan afectar al feto o a la madre.             Sin embargo, al final del embarazo, aunque todo haya sido normal, puede escucharse en muchas ocasiones la temida frase: “Tu bebé está de nalgas”. Es una frase que preocupa a la madre, porque la primera pregunta que hace es: “Si mi bebé viene de nalgas, ¿tiene que nacer por cesárea?” Es una pregunta normal, y esta posición del feto antes del parto genera ansiedad en la madre, que teme que después de un embarazo normal su parto tenga que ser una cesárea y no poder vivir la hermosa experiencia de un parto vaginal o natural.

          Pero la respuesta a esta pregunta es un rotundo NO. No necesariamente. Existe una maniobra llamada VERSIÓN CEFÁLICA EXTERNA, que puede evitar la realización de una cesárea por una presentación podálica o de nalgas al término del embarazo. Se trata de un procedimiento que permite colocar al bebé en posición cefálica (de cabeza), lo cual permite un parto vaginal.

            Aunque, por desgracia, su práctica no está todo lo extendida que fuera deseable, se trata de una opción que debería ser de elección para todos los embarazos que lleguen a término sin venir el feto de cabeza. ¿Por qué? Porque es un procedimiento seguro, eficaz y factible. Como decía antes, no todos los profesionales la realizan, pero somos muchos los ginecólogos que pensamos que es la mejor opción, pues puede evitar la realización de una cesárea, con todos los riesgos que esta cirugía conlleva.

            De hecho, la inmensa mayoría de las sociedades científicas la avalan: Reino Unido, Francia, Canadá, Alemania y… sí, España también. De hecho, en febrero de 2016, la sociedad de obstetricia y ginecología de Estados Unidos ha publicado una guía en la que indican que la versión cefálica externa debería ser realizada en todas las embarazadas con un feto de nalgas al final del embarazo si no hay otras contraindicaciones para el parto vaginal. Esta sentencia la catalogan con un nivel de evidencia A, lo cual significa que analizando TODOS los estudios existentes, queda demostrado el gran beneficio, la seguridad y la eficacia de esta técnica.


¿QUÉ ES LA VERSIÓN CEFÁLICA EXTERNA?

           La versión cefálica externa (o versión externa) es un procedimiento que debe ser realizado por un obstetra experto y que consiste en colocar de cabeza a un feto que se encuentre en cualquier otra posición al final del embarazo, mediante maniobras manuales sobre el abdomen de la madre. El objetivo es poder afrontar un parto vaginal de cabeza o parto natural y poder evitar la realización de una cesárea, que tiene más complicaciones para la madre y una peor recuperación tras el parto. 


¿EN QUÉ PACIENTES SE PUEDE REALIZAR UNA VERSIÓN EXTERNA Y EN CUÁLES NO?

           La versión externa se puede hacer en todos los casos, excepto en los siguientes supuestos:

- La presencia o antecedente de un desprendimiento de placenta.

- Sufrimiento fetal.

- Preeclampsia grave.

- Gestaciones gemelares o múltiples. 

- Otras situaciones en las que el parto vaginal sea imposible independientemente de cómo esté colocado el bebé (placenta previa, misma previo...)


¿CUÁNDO SE DEBE REALIZAR LA VERSIÓN EXTERNA?

            No hay un acuerdo estricto de cuál es el mejor momento para realizarla, pero siempre debe ser después de la semana 36 de embarazo. Antes, la técnica es más sencilla, dado que el feto es más pequeño, pero por eso mismo hay más posibilidades de que se dé la vuelta de nuevo tras la versión. Además, hasta esta fecha, los fetos todavía tienen una probabilidad de entre el 2-4% de darse la vuelta solos.

            En mi opinión, y es así como lo realizo en el Hospital Quirónsalud San José (en Madrid), hay dos momentos ideales para intentar la versión: la semana 37 y la semana 39.

¿LA VERSIÓN CEFÁLICA EXTERNA DUELE?

              Como he dicho, la versión se realiza con maniobras manuales sobre el abdomen de la madre y, aunque no es un procedimiento agresivo, puede causar ciertas molestias. Estas molestias son tolerables sin anestesia en la semana 37, pues el tamaño del feto lo permite. Sin embargo, en la semana 39, el tamaño ya es mayor y esto entraña mayor dificultad y algo más de molestias. Por ello, se puede realizar si la paciente lo desea con anestesia epidural, que es la que ha demostrado mejores resultados.

    Si se consigue dar la vuelta al feto (cosa que ocurre en el 60%de los casos aproximadamente), la paciente pude seguir su embarazo de forma normal hasta que se ponga de parto espontáneamente. Si no se consigue, es recomendable esperar a la semana 39 para realizar la cesárea o un segundo intento de versión (si el previo fue en la 37). 


¿CÓMO SE HACE LA VERSIÓN CEFÁLICA EXTERNA?

       Se utiliza una medicación segura para el feto para relajar el útero durante unos 15-20 minutos antes de la versión externa y, después, se realiza la versión, mediante maniobras manuales. Si se consigue en el primer intento, la duración de la versión no va más allá de los 3 minutos. El número máximo de intentos es de entre 3 y 4. 


¿ES SEGURA LA VERSIÓN EXTERNA?

      Es una técnica muy segura, con un índice muy bajo de complicaciones (menor al 5%), de las cuales, la gran mayoría son muy leves y sin importancia para el futuro del embarazo, para el bebé y para la madre. 


    En el mayor estudio que existe, con 12.955 embarazadas a las que se les hizo una versión cefálica externa, sólo el 0,14% tuvieron una complicación importante; es decir, 14 de cada 10.000 pacientes. 


¿QUÉ VENTAJAS TIENE LA VERSIÓN CEFÁLICA EXTERNA CON RESPECTO A LA CESÁREA?

        La versión externa permite la opción de un parto vaginal normal o natural, seguro para la madre, con un bebé de cabeza. La cesárea, excesivamente banalizada en nuestros tiempos, tiene 7 veces más complicaciones que el parto vaginal, ya que se trata de una cirugía abierta en la que hay que abrir la piel (posibilidad de infecciones y generación de una cicatriz para toda la vida), los músculos del abdomen y el tejido que los recubre (posibilidad de diástasis de los rectos del abdomen, menor fuerza abdominal…), el tejido que protege todos los órganos del abdomen (posibilidad de eventraciones, hernias, lesiones en los intestinos, lesiones en la vejiga de la orina) y el útero (posibilidad de lesiones en el útero, de sangrado incontrolable y de necesidad de extirpar el útero). Además, tras una cesárea, en el siguiente parto hay más posibilidades de necesitar otra cesárea, en la que estos riesgos aumentan.

            Por todo ello, la versión cefálica externa, que hemos visto que es una técnica segura y eficaz, es tan beneficiosa en los embarazos que llegan a su fin con el feto colocado de nalgas. 



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